Rabindranath Tagore
¡Señor!
Edad tras edad
Has enviado tus mensajeros a este mundo implacable.
Proclaman:
«Limpiad vuestros corazones de toda maldad,
Perdonad y amad».
Son nuestros guías
Y respetuosamente conservamos su recuerdo.
Sin embargo, este día malvado, los hemos despedido
Con un frío adiós.
He visto:
La maldad mata astutamente al desamparado,
Una Fuerza insolente amordaza la voz de la Justicia,
¡Que solloza en soledad!
He visto:
Jóvenes tiernos llorando en extraviada agonía,
¡Golpeando la cabeza contra la fría piedra!
Hoy ahogada está mi voz y muda está mi flauta. . .
Mi mundo ha desaparecido en un mal sueño.
Con todo, entre lágrimas te pregunto:
«¿A los que han envenenado tu aire
Y apagado tu luz,
Los has perdonado,
Los sigues amando?»