Todo tu miedo

Carlos Zanón


Mete todo tu miedo, todo,
absolutamente todo ese miedo
en una bolsa de plástico
y respira de él, de madrugada.
Ese miedo que te revienta el pecho, las arterias,
los dedos de la mano.
No voy a engañarte:
no conseguirás mucho
pero al amanecer,
si cierras rápido y bien la bolsa,
te darás cuenta mientras acaricias
el lomo del dragón frío
que no había tanto peligro
como miedo en tu corazón.