Carlos Medellín
(Del libro Palabras rescatadas)
Para llegar al agua, en cambio, sólo basta un recuerdo de la infancia, un barco de papel, una palabra, que venga intacta desde nuestra madre. No pierde el agua su rumor de nube para que no podamos olvidarla, y no sería ya el tiempo nuestra sombra si dejara de ser el agua el alma. Sólo un recuerdo puro, sólo, y basta para llegar al agua.