Ella

Carlos Medellín

(Del libro Palabras rescatadas)


Hoy quiero hablar de ella
pero no sé si pueda 
nombrarla
con la ternura de su nombre
en mi garganta
cuando el día nos incendia
de canciones el cuerpo
desde lo eucaliptos y los sauces. 

Otra vez nos hemos salvado
de la noche, 
de nuevo amanecemos 
en nuestra bella nave
de roble sensitivo. 

MIs hijos se levantan 
al escuchar el canto
de la madre que alista
los relojes
mientras el tiempo juega
a adelantarlos
como un terrible niño.

Las cosas brillan solas,
ella así lo dispone,
prácticamente todas 
salieron de sus manos,
hay manteles y flores
en la mesa,
mantequilla, 
pan fresco, 
y la luz que desciende
por los muros
y las puertas abiertas
para el que traiga amor. 

Porque así lo ha querido
lo ha hecho
sin perder un segundo
con sus propias palabras
desde el diciembre aquel, 
un día infinito,
cuando salió pesándome
en el brazo como una gardenia
que estrenara sus dos primeras alas.