Elegías al hermano

lll
 
Tiene la marca en la frente
La cruz de ceniza anuncia su partida.
Despliega su mirada triste
Los ojos perdidos en la inmensidad oscura
de los caminos que se aproximan.
Llora en silencio,
como lo hacen los hombres buenos
como lo hacen los que saben que no hay retorno
como lloran los que se rehúsan
a aceptar su destino inexorable,
porque vivir es siempre una apuesta con los pájaros
que vuelan lejos del invierno de los días.
El dolor lo habita y lo consume
no le da tregua
le arrebata la poca energía
que ya se le extingue.
La muerte se avecina,
ya se encuentra estacionada entre sus huesos,
hace escala en las vértebras
se anida en los pliegues de la carne
y se asoma cuando ya casi
se le agotan las palabras.
Tiene la marca en la frente
no dispone de brújula que lo oriente
pero insiste en abrazarnos
como si al hacerlo,
acorralara a las moiras
que bailan indiferentes,
sobre la agonía de su historia.