lll Tiene la marca en la frente La cruz de ceniza anuncia su partida. Despliega su mirada triste Los ojos perdidos en la inmensidad oscura de los caminos que se aproximan. Llora en silencio, como lo hacen los hombres buenos como lo hacen los que saben que no hay retorno como lloran los que se rehúsan a aceptar su destino inexorable, porque vivir es siempre una apuesta con los pájaros que vuelan lejos del invierno de los días. El dolor lo habita y lo consume no le da tregua le arrebata la poca energía que ya se le extingue. La muerte se avecina, ya se encuentra estacionada entre sus huesos, hace escala en las vértebras se anida en los pliegues de la carne y se asoma cuando ya casi se le agotan las palabras. Tiene la marca en la frente no dispone de brújula que lo oriente pero insiste en abrazarnos como si al hacerlo, acorralara a las moiras que bailan indiferentes, sobre la agonía de su historia.