El sueño de la otra

IX

Vuelvo a preguntarme lo mismo.
No me oigo.
Estoy atenta,
            pero no arriesgo las palabras.
Son tan fuertes.
            ¿Qué misterioso fuelle las empuja?
Cuando por fin están listas
            se enredan con la lengua 
No sé hablar.
            Tampoco aprendí a besar.