Jorge Gaitán Durán
Ardió el día como una rosa. Y el pájaro de la luna huyó cantando. Nos miramos desnudos. Y el sol levantó su árbol rojo en el valle. Junto al río, dos cuerpos bellos, siempre jóvenes. Nos reconocimos. Habíamos muerto y despertábamos del tiempo. Nos miramos de nuevo, con reparo. Y volvió la noche a cubrir los memoriosos.
- Poesía colombiana