Décima

Carlos Medellín

Del libro Moradas


Todas estas palabras, tierra dulce, 
viento aleve, sin hojas vuelan; 
el destino es el canto, dicen, 
y la luna de siempre desnuda ya, sin alas. 
 
Abril huyó, más helo regresando, 
niño que busca un ángel por los álamos. 
 
Entre todas las voces tu monodia, 
agua del corazón que ya no cesa, 
leche de las montañas maternales. 
 
Hacia ti me apresuro trigo verde, 
verde pastor de lanas verdes. 
 
Una mano pequeña con palomas me llama, 
si un momento dejara de temblar en los árboles, 
Noche, por tus labios iría.
 
Mas recuerdo la infancia de los tallos: 
entonces no pedía sino al ave 
su más secreta miel; 
recuerdo los rebaños sin orilla 
y las nubes sin rostro por los ríos. 
 
Todas estas palabras, viento, tierra, 
el destino es el canto dicen, decían, 
y he aquí que vuelvo hasta el primer camino.