¿Los yunques y crisoles de tu alma
trabajan para el polvo y para el viento?
A.M.
El mundo se hace eterno si uno espera No es que el tiempo no pase sólo se le oye persiste en su raíz como de piedra igual que esas calles que tienen una esquina pero no doblan nunca. Quién sin mentir supo de sí mientras la espera o vio pasar palomas por su frente si todo era una estática agonía un espasmo de luz en la garganta un escozor de frío en el costado imposible así el gesto o la palabra. Hay que esperar de todos modos se nos dice por Dios, el amor, el documento, que ruede cada aurora hasta su centro y su fin sea de luz y luz lo que bendice.
- De libro Los lagos del deshielo (Ediciones libertarias, 1992)
- Poesía colombiana