Todas las ninfas desnudas sucumben en el lago de tus vísceras
Todas muerden su parte de asombro
Pero hay una
Una mayor
La que peina el desastre
Pinta nuestros labios con tu sombra
Lleva un tatuaje de escarmientos
Ella es fuerte y lúcida
Como todas las mañanas en el olvido
A ella amo
Porque también habita mi espejo
Nunca es intrusa
Nunca llama a la puerta equivocada
Siempre de insurrecta lejanía
Viene a todas las camas y a todas las cópulas
Ciega y con abismos
Isabel luberza e Isabel la blanca
como vigas de una misma casa
La casa de tu herida