A mí me da la impresión de que en tu boca hay tangos,
que de tus manos brotan todos los flamencos,
y que en tu cuello se escuchan cantos de lumbalú.
Me parece que tus muslos
se debaten entre el guaguancó y el mambo,
que en tu espalda habita un sexteto
(al mínimo roce puede escucharse
un son palenque,
un canto jíbaro,
un currulao).
¿Si has visto que en tus dedos
nacen todas las arpas y los llanos?
Hay también un bullerengue sentao en tus piernas
y es mejor no levantarlo.
Ya se sabe que del África a tu vientre
hay un camino de tambores embrujados
(solo se puede cruzar cantando),
pero dime,
¿qué hace un bossa-nova en tus senos?,
¿qué es lo que busca un blues en tus labios?,
¿por qué en tu cabello se juntan
las líneas de todos los pentagramas?
No hay más explicación:
tu cuerpo es una caja de música,
¿bailamos?
- Del libro Caja de música (Premio Internacional de Poesía Paralelo Cero 2020)
- Poesía colombiana