Ante el ángel terrible

Pedro Arturo Estrada


Memoria de R.M Rilke





Todo esto sabíamos.
Pero preciso fue mantener abiertos los ojos
al insoportable resplandor del día.

Reconocer-nos demasiado sucios
ante lo abierto. Brumosos, casi ciegos
en la frontera de la vida que olfatea
la plenitud, la nada sagrada.

Todo esto sabíamos y fue necesario
asir con fuerza el destello acerado
del verbo frente a tu rostro de fuego
si queríamos permanecer un poco
antes de volver a lo oscuro.

Todo esto sabemos antes de ofrecerte
—quizás despedazadas, no destruidas,
las pruebas finales del sueño que fuimos.

  • Del libro Suma del tiempo (Universidad Externado de Colombia, 2009)
  • Poesía colombiana