Seguiré

Valiaryna Kustava


Cuando se me entumezcan los labios,
seguiré hablando
con los ojos.
Cuando se me enmudezcan los ojos,
seguiré mirando
con las manos.
Cuando las manos ya no vean
seguiré saludando
con el corazón.
Cuando no me quede corazón para saludar,
me seguirá latiendo
el alma.
Cuando se me rompa el alma,
seguiré,
simplemente seguiré.