Dígale, por favor, al gozo
que me devuelva la llamada.
Es que hace tiempo que no tengo
noticias suyas.
Y hace tiempo que mi teclado
sólo tiene teclas
negras…
Dígale, por favor, al gozo
que estoy esperando su llamada
(no le explique, claro,
que ni como ni duermo,
que no voy a ninguna parte
adrede
y que cogeré el teléfono
incluso en el baño,
no se lo explique, aunque sea verdad)
dígale que es muy urgente,
que realmente tengo problemas.
Dígale, por favor, al gozo
que ésta es su última oportunidad:
o bien llama enseguida
o encontraré otra cosa,
y que después no venga
en plena noche
ni me pida entrar para justificarse
No le abriré.
¡Eh, quien quiera que lo vea, que le diga al gozo
que tiene que llamarme urgentemente!
¡Es su última oportunidad!
- Traducción de Joan Navarro a partir de la versión catalana de Yauheniya Yakubovich
- Del libro Canción de cuna para Dios (2014)
- Poesía bielorrusa