Rosario Castellanos
La tentación se llama amor o chocolate. Es mala la adicción. Sin paliativos. Si algún médico, demonio o alquimista supiera de mi mal cosa sería de andar toda la vida por curarme. Pues tan sólo una droga, con su cárcel del olvido me salva de la otra. Y así, una vez más, es el conflicto: O me come el amor, o me muero esta noche de bombones.
- Del libro Alada mía (Córdoba, 1996)
- Poesía mexicana
- Poemario del encierro, día 65 (mayo 23)