Claribel Alegría
Barajando recuerdos me encontré con el tuyo. No dolía. Lo saqué de su estuche, sacudí sus raíces en el viento, lo puse a contraluz: Era un cristal pulido reflejando peces de colores, una flor sin espinas que no ardía. Lo arrojé contra el muro y sonó la sirena de mi alarma. ¿Quién apagó su lumbre? ¿Quién le quitó su filo a mi recuerdo-lanza que yo amaba?
- Poesía nicaragüense