Sangrar la infinitud. ¿Dónde tocamos el pulso del milagro? Los pobres tienen su propio fuego, los ricos mendigan abrigo. No hay misterio en la vigilia, mas llegado el crepúsculo, las venas se tornan espesas pareciendo inocentes. Ese hueco mudo tiene la respuesta inaugural y aquellos que ignoran su cercana defunción han luchado el mejor orgasmo esta mañana. ¿Ves más allá del olvido?
- Del libro Añil (Pigmalión, 2019)
- Poesía venezolana