Elizabeth Bishop
El arte de perder no es difícil de dominar; tantas cosas nos muestran su intención de ser perdidas que perderlas no es un desastre. Pierde algo todos los días. Acepta la tensión de perder las llaves de las puertas, el tiempo malgastado. El arte de perder no es difícil de dominar. Después practica perder más lejos, perder más rápido: lugares y nombres y allí donde estabas destinado a viajar. Nada de esto traerá un desastre. Yo perdí el reloj de mi madre. Y ¡mira! la última o penúltima de mis tres amadas casas se fue. El arte de la pérdida no es difícil de dominar. Perdí dos ciudades, encantadoras. Y aún más, algunos reinos que poseía, dos ríos, un continente. Los extraño, pero no fue un desastre. —Incluso si te pierdo a ti (tu voz mordaz, un gesto que amo), no habré mentido. Es evidente, el arte de perder no es demasiado difícil de alcanzar, aunque pueda parecer —¡escríbelo!— como un desastre.
One art
The art of losing isn’t hard to master;
so many things seem filled with the intent
to be lost that their loss is no disaster.
Lose something every day. Accept the fluster
of lost door keys, the hour badly spent.
The art of losing isn’t hard to master.
Then practice losing farther, losing faster:
places, and names, and where it was you meant
to travel. None of these will bring disaster.
I lost my mother’s watch. And look! my last, or
next-to-last, of three loved houses went.
The art of losing isn’t hard to master.
I lost two cities, lovely ones. And, vaster,
some realms I owned, two rivers, a continent.
I miss them, but it wasn’t a disaster.
—Even losing you (the joking voice, a gesture
I love) I shan’t have lied. It’s evident
the art of losing’s not too hard to master
though it may look like (Write it!) like disaster.
- De The Complete Poems (Farrar, Straus, and Giroux, 1969)
- Traducción del inglés y versión de Jorge Alejandro Medellín
- Poemario del encierro, día 25 (abril 13)