Luz Helena Cordero
Muchos se arman para la guerra. Es necesario. Otros se arman para el mundo. Es preciso. Algunos se arman para la muerte. Es natural. Tú te armas para el amor y estás tan indefenso para la guerra, para el mundo, para la muerte.
- De Óyeme con los ojos (Trilce, 1997)
- Poemario del encierro, día 15 (abril 3)