Necesito tus manos y tu frente para seguir librando mis batallas y proteger mi cuerpo con tu cuerpo. Es tu debilidad la que me cubre, tu tierra melodiosa la que me fortalece y em entrega las armas para seguir luchando con el tiempo. Necesito tus senos y tu vientre para esconder en ellos mis derrotas y curar mis heridas con tu saliva y con tu leche y el metal de tus rocas y la madera de tus bosques para salir de nuevo a la conquista del sol y las estrellas.