Carlos Medellín
(Del libro Palabras rescatadas)
Sólo vine a encontrar tu imagen solitaria más allá de tu muerte sin adiós, de nuevo en el camino que juntos construimos, rumorosas tus sombras en mi cuerpo. El ángel que llevabas continuamente bajo las pupilas resucita en los álamos de agosto. De tanto protegerlo de la noche se me perdió tu rostro, ¿dónde habré de encontrarlo, dónde, dónde? ¿acaso en las heridas del ciprés anhelante en las que congelamos nuestra sangre?